Por Dr. Carlos Seijas – Universidad Mesoamericana – Consorcio de Universidades de Guatemala

A medida que el mundo trabaja para contener la propagación del covid-19, los padres de familia tenemos que hacer malabarismo con las necesidades de los niños, mientras trabajamos para mantener económicamente a nuestras familias.

Los cambios que estamos experimentando pueden ser especialmente estresantes para nuestros hijos. Por ello vamos a compartir unos ideas sobre cómo los padres de familia podemos ayudar a los niños a enfrentar eventos que puedan atemorizarlos.

1. Ser conscientes de las reacciones comunes a las crisis. Cada niño es único en la forma que responde a eventos atemorizantes. Algunos niños pueden volverse retraídos y otros, irritables, para obtener más atención. Es importante recordar que todas estas son reacciones normales en momentos de incertidumbre y debemos responder con calma y cariño.

2. Estar preparado para enfrentar los miedos y preocupaciones. Los temores comunes de la infancia pueden intensificarse durante una crisis. Los niños suelen tener más miedo a la oscuridad o a estar solos. Los problemas de sueño y los síntomas físicos como los dolores de estómago y de cabeza se hacen más frecuentes, especialmente para los niños más pequeños que no pueden verbalizar sus sentimientos. Podemos ayudarlos a tranquilizase leyéndoles cuentos, tocando música suave, dando masajes en la espalda y sirviendo alimentos reconfortantes. Es necesario tranquilizarlos con palabras y abrazos.

3. Crear una sensación de seguridad. Debido a que los niños se sentirán vulnerables y abrumados es importante que nos centremos inicialmente en ser protectores y ofrecerles comodidades físicas, mantas, comidas favoritas, actividades relajantes, para restaurar su sensación de seguridad. Pasar tiempo extra juntos como familia es un refugio para los niños en tiempos de incertidumbre.

4. Limitar la exposición a las noticias. No expongamos a los niños a las noticias crudas para darle a su hijo la información que está buscando. Los sonidos e imágenes de las noticias suelen ser demasiado vívidas para los niños y les hacen interiorizar el trauma aún más. Es importante aclarar su confusión y dar respuestas honestas, pero atengámonos a los hechos básicos como que su seguridad es lo más importante para nosotros.

5. Tomar el tiempo para escuchar. Asegurémonos de que los niños tengan la oportunidad de expresar sus sentimientos y preocupaciones. Hagamos preguntas abiertas (¿Qué noticias has oído? ¿Cómo te sientes? ¿Tienes alguna pregunta?), así podremos identificar sus necesidades. Escuchar activamente sin corregir o minimizar sus emociones y seguir con declaraciones claras que los tranquilicen es lo más prudente.

6. Fomentar el dibujo sobre sus vivencias y sentimientos. Algunos niños pueden no tener ganas de hablar, así que proporcionemos otras formas para que se expresen. Hacer dibujos puede ayudar a los niños a lidiar con lo que les preocupa; es una oportunidad para recordarles que está bien sentirse de la manera en que se sienten.

7. Jugar. El juego es la forma natural de cada niño para comunicar y procesar eventos. Los niños pueden contar historias sobre lo que han oído y cómo se sienten, aunque no lo comprendan del todo. También es una sana distracción de las circunstancias difíciles y proporciona una salida para aliviar la energía acumulada y el estrés.

8. Modelar las habilidades de afrontamiento saludable. Los hijos nos buscarán no sólo para que se les tranquilice, sino también para que les enseñe a manejar sus propias emociones. Permitámonos suficiente tiempo privado para procesar lo que está pasando, así tendremos los recursos para estar ahí para ellos. Pero no sintamos que necesitamos ocultar los signos de angustia todo el tiempo; si sus hijos ven que se encuentra perturbado, puede hacer un ejercicio valioso, diciéndoles que en este momento se siente triste, pero que tiene formas de ayudarse a sentirse mejor.

9. Controlar el comportamiento a lo largo del tiempo. Aunque es normal que el comportamiento de los niños cambie en respuesta a las crisis, los síntomas de estrés pueden ser problemáticos si persisten. Simplemente vigilemos los cambios en el sueño, la alimentación, el juego, el estudio y la socialización; si no hay mejoras con el tiempo, pida ayuda a un profesional.

10. Inspirar una respuesta positiva. Los niños necesitan redescubrir una sensación de poder y resistencia personal después de un evento muy fuera de su control. Ayudémoslos a dirigir sus sentimientos de manera constructiva y considerar lo que pueden hacer para ayudar a los demás. Una forma en que los niños pueden ayudar en este sentido es a través del apoyo a organizaciones locales y globales que colaboran con otros durante esta crisis. 

Esperamos que estas recomendaciones sean útiles para que usted y sus hijos naveguen en este momento tan estresante y se adapten a la nueva normalidad durante la crisis del nuevo coronavirus, causante del covid-19.