Por Mgtr. Irene Ruiz – Universidad Da Vinci de Guatemala – Consorcio de Universidades de Guatemala

La adolescencia es la transición en el desarrollo entre la niñez y la edad adulta, esta etapa ofrece oportunidades de crecimiento no sólo en lo físico, sino también en competencias sociales y cognitivas, en la autonomía, autoestima e intimidad.

Los adolescentes que superan de forma exitosa esta etapa, muestran entre sus potencialidades gran energía y vitalidad, son intensos, sensibles, con frecuencia tienen dificultad para llegar a acuerdos, se muestran rebeldes, pero dependerá en gran medida de si tiene relaciones saludables con su entorno. (Lerner, 2006, citado en Oliva, et. al. 2017).

En este momento, en que los adolescentes están en casa por la cuarentena por el Coronavirus o Covid-19, es de vital importancia que los padres sean los agentes activos capaces de reflexionar sobre las necesidades y competencias de sus hijos adolescentes. Las relaciones familiares juegan un papel trascendental en el bienestar adolescente, donde la dinámica familiar se relaciona con la dimensión reguladora, el afecto, apoyo y comunicación. (Oliva, et.al. 2017).

Se debe aprovechar este tiempo durante la cuarentena para establecer límites coherentes y firmes entre los miembros de la familia, realizar actividades que llenen y hagan crecer, promover experiencias realizando tareas que suponen ayuda para todos en la familia, motivando a la iniciativa y fortaleza personal.

Se pueden desarrollar rutinas y horarios que sean de beneficio para los adolescentes y todos los miembros del hogar, venciendo las distracciones, ansiedad, sueño o pereza, tales como:

  • Mantener un horario regular, levantarse a la misma hora, arreglar y ordenar el dormitorio.
  • Arreglarse como de costumbre, bañarse, vestirse como para salir.
  • Realizar los tiempos de comida junto a los otros miembros de la familia, tener un momento de sobremesa para platicar y comunicar inquietudes.
  • Apoyar con la elaboración de los alimentos, compartiendo recetas familiares.
  • Tener la corresponsabilidad entre los miembros de la familia de poner o quitar la mesa, lavar y guardar los trastos de la comida. Hacer la limpieza del hogar, lavar y tender la ropa.
  • Distribuir y manejar el tiempo para realizar tareas de la escuela, conectarse para recibir alguna clase virtual o ver la clase por televisión, realizar ejercicio físico (se puede bailar zumba o hacer retos de 21 días de sentadillas, abdominales, saltar cuerda), lectura recreativa leyendo diariamente por lo menos media hora, ver algún programa de televisión o película.
  • Tener tiempo establecido para el uso de redes sociales o navegar en internet tomando las pre- cauciones pertinentes. No utilizar el celular mientras se está comiendo.
  • Compartir en familia tiempo de ocio o recreación con juegos de mesa (ajedrez, cartas, totito, basta, scrabble, adivina quién, etc.), cantar con karaoke, armar rompecabezas, realizar manua- lidades.
  • Aprender a tocar algún instrumento musical o algún idioma en Duolingo u otra plataforma que apoye a este proceso.
  • Dormir por lo menos ochos horas diarias.

Para Mauri, Colomina, Martínez y Rieradevall (2009), la autorregulación es importante para procesar y organizar la información, activar conocimientos previos, organizar y planificar de forma adecuada y ajustada al volumen de trabajo y características de la tarea. Además al aprender a distribuir y manejar el tiempo, es importante que los adolescentes realicen un cronograma de las actividades a realizar, incluyendo las actividades de estudio, descanso y recreación, calendarizar las tareas que tenga a mediano y largo plazo de la escuela, establecer dificultad de la tarea, desafíos, compromisos, plan estratégico, apoyo a utilizar, estudio diario y lo más importante ponerlo en acción.

Para Covey (2005), es importante que se tenga una buena comunicación entre padres y adolescentes, por lo que hay que promover momentos para el diálogo, intente escucharlos de modo que lo haría con un amigo, saber de sus miedos y preocupaciones, de sus gustos o qué le disgusta, de sus sueños e ilusiones. Esta comunicación les ayudará a tener un acercamiento y comprensión del otro.